Quando incomincia la novena in preparazione alla festa della Consolata, vi farei un torto ad invitarvi a farla bene. Basta sapere che ci avviciniamo a festeggiare la nostra cara Mamma per dire tutto! Per noi, figli e figlie prediletti della Consolata, è importante questa festa? È tutto!
No, non voglio dirvi che vi prepariate; sono certo che siete tutti ben disposti a fare bene la novena e a celebrare con entusiasmo la festa. Il cuore dice ciò che bisogna fare per una madre!
Dunque, impegno a renderle onore. Domandiamo tante grazie per noi e per l'Istituto: in primo luogo che, crescendo in numero, cresciate anche in grazia per corrispondere. Il frutto, pertanto, di questa festa sia di cercare di piacere sempre più alla Madonna e farle tutti gli ossequi dei migliori dei suoi figli e figlie.
Che se celebriamo con intensità di amore tutte le feste della Madonna, quanto più questa che è la "nostra" festa, nostra cioè in modo tutto particolare.
María acepta humilde y obediente la voluntad de Dios sobre Ella. La Consolación se encarna.
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
(Lc. 1,26- 28)
María es Consolata porque acogió la Palabra creadora y salvadora, que en ella se hizo carne y vino a habitar en medio de nosotros. Creyendo, fue madre de Jesús, que es la Consolación esperada por Israel y la máxima Consolación del género humano.
Por la adhesión de María a la Palabra, la Consolación anunciada y prometida se convierte en realidad. En esto está su singularidad. Otros anunciaron o, como Juan el Bautista, indicaron que estaba presente; y la consolación, María la da al mundo. Jesús es la consolación del mundo, que María acogió con alegría y dio a luz en su parto virginal. Por esto María es la llena de alegría y es proclamada “bienaventurada”, es decir, Consolata.
La Consolata se vuelve consoladora, ante todo cumpliendo con relación a los hombres la función que tuvo al generar al primogénito de la humanidad nueva y al colaborar de modo muy especial en la obra de la Salvación. Es misionera y consoladora porque marca el comienzo de la Iglesia, es su madre y colabora en la regeneración de los hombres.
Propósito: Pidamos a Dios la gracia de descubrir cada día su voluntad y decirle un “Sí” generoso.
A cada invocación se responde:
- María, Madre, ruega por nosotros
- Virgen María, Madre de Dios.
- Virgen María, llena de gracia y amor de Dios.
- Virgen María, mujer de la escucha.
- Virgen María, llena de la vida de Dios.
- Virgen María, llena de amor y ternura por los hombres.
- Virgen María, llena de fe, de esperanza y caridad.
- Virgen María, comunicadora de la alegría de Dios.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Nuestra Sra. de la Consolata Ruega por nosotros
Beato José Allamano Ruega por nosotros