Ad Jesum per Mariam
Il desiderio della Madonna è di cooperare perché il sangue del suo Figlio non sia sparso invano. Corredentrice con nostro Signore, anche Lei ha portato il peso dei nostri peccati. Tutto ciò che ferisce Gesù, ferisce e dispiace alla Madonna. Ella ha voluto dare il suo nome al nostro Istituto, perché si collabori a salvare più anime che sia possibile. Se uno vuole salvarsi senza passare per la Madonna, sbaglia. Non si può giungere a Gesù se non per mezzo della Madonna: ad Jesum per Mariam, a Gesù per Maria!
La pietà mariana è un segno di predestinazione. Sì, perché la Madonna desidera null'altro che la salvezza delle anime. Alle volte ci domandiamo con stupore: "Come mai quel tale, dopo tanti anni di vita disordinata, si è convertito ed è morto riconciliato con Dio?". La spiegazione la troviamo sempre lì: un po' di devozione alla Madonna.
Ho conosciuto una persona che da più di quarant'anni aveva lasciato ogni pratica religiosa, conservando solo la pia usanza della recita di tre Ave Maria ogni giorno. Ebbene, la Madonna le ottenne la grazia di fare una buona morte. Con questo non voglio dire che bastino tre Ave Maria e poi peccare; voglio dire che la Madonna, per un piccolo ossequio, magari dopo trenta o quarant'anni, induce la persona al pentimento.
La confianza en Dios la llenó de coraje
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».(Lc 1, 28-33)
María, la mujer que prepara el vino nuevo para la Iglesia. Virgen de la espera y del adviento. María nos estimula a captar los signos de los tiempos, intuir el futuro y favorecer su preparación.
Nuestra relación con María no es puramente devocional. La Consolata, por motivos de origen, carisma y espíritu, impregna todas las expresiones de nuestro ser y nos plasma. No basta con reservarle momentos de atención y oración, casi separados del resto. Es necesario captar las conexiones íntimas que existen entre nosotros y la Virgen, entre nuestras familias y la Consolata, para llegar a una mejor unión de la piedad mariana con aquello que nos proponemos ser y hacer.
María, dulce muchacha humilde de Palestina. Dice el P. José Allamano: “Se le anunció que estaba llena de gracia, que el Señor estaba con ella y que iba a ser Madre de Dios; ella, en vez de engreírse como hacemos nosotros, que por una pequeñez levantamos la cresta, se proclamó sencillamente la esclava del Señor, plegando la cabeza a la voluntad de Dios”.
Propósito: Pidamos la fortaleza necesaria para no desanimarnos frente a las dificultades que pueda traer el vivir nuestra fe.
Oración
Oh Consolata, oh Virgen bella, de nuestra vida sé tú la estrella. En las tormentas dona consuelo al que te llama reina del cielo.
¡Somos tus hijos y te amamos, oh Consolata, a ti clamamos!
Tus misioneros van caminando, a Jesucristo van anunciado. En su tarea liberadora se tú la Madre Consoladora.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Nuestra Sra. de la Consolata Ruega por nosotros
Beato José Allamano Ruega por nosotros