Del 18 al 22 de enero de 2016, los misioneros de la Consolata y algunos laicos misioneros de la Consolata se congregaron en Bucaramanga para los retiros anuales. Por los problemas relacionados al medio ambiente, los gobiernos, las personas de buena voluntad, y la iglesia, no dejan de preocuparse por la defensa del medio ambiente. Por eso, el retiro se centró en la encíclica LAUDATO SI del papa Francisco con el fin de que, como misioneros de la Consolata pudiéramos despertarnos tanto a nivel personal, comunitario como pastoral, nuestro compromiso hacia esta causa, ya que, en una u otra forma, no somos exentos del pecado ecológico.
Dentro del ambiente del retiro, los misioneros se solidarizaron con lo que ocurrió a los padres: Oscar Gallego, Guillermo Narváez, Paulino Madeje, y diacono Owino Joseph, quienes tuvieron accidente en el camino hacia Bucaramanga. Los padres Oscar y Guillermo pudieron llegar al retiro, pero padre Paulino y diac. Owino tuvieron que regresar a Medellín a fin de recibir el tratamiento.
El animador de este retiro fue el padre Juan de la Cruz, misionero franciscano. Ya que la encíclica tiene como inspirador a san Francisco de Asís, así el predicador empezó el retiro llevando a los misioneros a conocer la vida de él sintetizada en 4 aspectos:
- Encuentro consigo mismo
- Encuentro con la enfermedad
- Encuentro con el crucifijo en la iglesia den san Damián
- Encuentro con el Evangelio
El encuentro de san Francisco con esas realidades le hizo experimentar de lleno a Dios como padre. La experiencia de Dios como padre desembocó en el elemento tan importante en la vida de él: la fraternidad universal, es decir, todos somos hermanos y hermanas, toda la creación se relaciona desde el punto de visita de la fraternidad. La fraternidad universal es la base del cántico de la creación compuesto por san Francisco, y cuya teología, sin lugar a dudas, inspiró el desarrollo de la encíclica Laudato Sí.
En todo el retiro, el padre Juan de la Cruz condujo a los misioneros a contemplar el mensaje de los seis capítulos de la encíclica. El motivo fue que todos pudieran darse cuenta de que, cada quien es “trasgresor ecológico” y cada cual tiene la capacidad de remediar los daños causados al medio ambiente. El aprecio de este momento espiritual fue sentido por las resonancias de los misioneros. Varios misioneros no dejaron de expresar que hay necesidad de unir fuerzas, tanto individuales como pastorales para que, de esta forma, se pueda concientizar al pueblo de Dios acerca del deterioro del medio ambiente y la necesidad de cuidarlo.
Fuera de eso, los misioneros vivieron el retiro no como un momento únicamente espiritual, sino también como espacio de encuentro de los unos con los otros, y de compartir y celebrar la vida. Para eso, se celebró los cumpleaños de los padres: Alonso Álvarez, Carlos Zuluaga, Claudio Brualdi, Fiorenzo Seveso, y los 25 años de ordenación del padre Ángelo Casadei, y los 50 de Vittorio Iacovissi.
Se concluyó el retiro anual con la última sesión facilitada por los padres Ángelo y Benjamín. A raíz de ella, salió lo siguiente:
- Se agradeció el ambiente de CAM Bucaramanga que facilitó el encuentro con Dios, con uno mismo, y con los demás.
- se resaltó la necesidad de recuperar el sentido de la espiritualidad misionera y el sentido espiritual en los retiros (encuentro personal con Dios).
- Se comunicaron los cambios de algunos misioneros de una comunidad para otra.
- Se dio a conocer el programa anual de animación misionero-vocacional.
- Se informaron unos asuntos claves sobre la administración y economía de la región.
- Se dio a entender que en este año habrá dos encuentros de formación permanente para los misioneros que tienen de1-10 años de ordenación, y para los de 11-25 años de ordenación sacerdotal.
- Se pidió que cada comunidad local hiciera una obra de misericordia de acuerdo a su contexto pastoral.
- Se destacó la necesidad de encuentros periódicos en zonas, con el motivo de trabajar sobre el documento de “Revitalización y estructuración”.
Unidos en la oración y en la amistad...