Una pregunta sobre el deseo o disponibilidad de trabajar en otra Región, cerraba la encuesta.
Los resultados aclararon algunos aspectos de nuestra misión.
¿Cómo analizar esto?
La primera evaluación es que como misioneros tenemos muy claro lo que es el lugar de misión según nuestro carisma. Esto nos dirige y se vuelve un punto de referencia.
2. Los misioneros en general están satisfechos en su trabajo, aunque hay casos de poca satisfacción. El grado 7.6 es bueno, pero da campo para ver como se podría hace para que la satisfacción alcance el 8 o 9.
3. Consecuentemente los lugares evaluados como menos misioneros tienen menos disponibilidad para que los padres acepten ir a trabajar en ellos. Pero esto no sucede con las parroquias urbanas que al presente ocupan el número más alto de misioneros.
Por lo que concierne a la disponibilidad para trabajar en otra Región, la sorpresa ha sido grande: el 49% de los que contestaron se dice disponible a un cambio de Región (hace un año sólo el 32% compartía esta disponibilidad). ¿Qué lectura? Algunos entienden que la disponibilidad a “salir” hace parte del ser misioneros. Otros lo desean porque se sienten cansados de lo que están haciendo en nuestra Región.
Otra sorpresa de la encuesta fue el ver que nos percibimos todavía como “misioneros genéricos” y necesitamos volvernos más ‘profesionales y expertos’, porque eso es lo que la misión pide hoy en día.