CAMBIO: ¿Cuándo fue la última vez que la Iglesia se reunió con las Farc?
MSR. LUIS AUGUSTO CASTRO: Con 'Raúl Reyes' la última vez fue hace cuatro años y en 2007 con Rodrigo Granda, cuando fue traído a la Conferencia Episcopal, pero no se logró mucho. Con el Secretariado se complicaron las cosas porque sus integrantes argumentaban que el Plan Colombia era un muro. Evitaron el diálogo, pero aun así seguimos enviándoles cartas. Muertos 'Tirofijo' y 'Reyes' las cosas podrían cambiar.
¿Por qué?
Con 'Tirofijo' las Farc enterraron toda una historia, enterraron a su papa, a su sumo pontífice. Él decía una cosa y eso era el dogma. Cuando hablaba con él sentía que estaba ante la sencillez de un campesino con una claridad muy grande, pero esa época ya pasó y es ahí donde uno alimenta una esperanza y confía en que, con la llegada de personas nuevas, cambien los estilos y la guerrilla acepte con sensatez que la vía del diálogo es la que le queda.
¿Hay algún contacto con 'Alfonso Cano'?
Directo con él no, pero sí con personas que lo conocen mucho y por eso creo que no va a ver diálogo o acercamiento en forma inmediata. Pero nos abrirá una puertica para intentar avanzar en la liberación de los secuestrados. Queremos hablar cara a cara con él sobre el acuerdo humanitario. Ese es mi deseo y esa es mi esperanza.
¿No está siendo muy optimista? Los analistas coinciden en que 'Cano' se mostrará muy duro en busca de respeto, cohesión y unidad.
Ahora es que estoy optimista. Confío en que 'Alfonso Cano', que tiene más sentido político, una buena formación universitaria y conoce los problemas del país, se dé cuenta de que el diálogo es la mejor salida. Pero a las Farc hay que darles un tiempo para que, después de todos los golpes que han recibido, se reorganicen. No en el sentido de que intensifiquen la guerra sino en la vía del diálogo.
Dicen los que saben que 'Cano' será más papista que el Papa, que en Caracas y Tlaxcala fue el mayor obstáculo para avanzar, y que en el Caguán, 'Jojoy' y no él mostró visión política.
Las Farc están en un momento muy difícil pero tienen una gran oportunidad con un Secretariado nuevo. Creo que llegará el día en el que los guerreristas pasarán a un segundo plano y que los que tienen intuición política, capacidad y disponibilidad para entablar un diálogo, ocuparán las primeras posiciones. Tengo la sensación de que eso está sucediendo. Hay otro vocero y eso nos abre posibilidades para buscar nuevos caminos para el diálogo.
¿Considera posible un acuerdo humanitario sin despeje?
Hoy tenemos una propuesta nueva. Le estamos diciendo a 'Alfonso Cano' que escoja el lugar que quiera en zona rural con baja densidad de población, sin bases militares o de Policía. Hay muchos lugares con esas características para hacer el acuerdo. Le pedimos a 'Cano' un encuentro directo para que empecemos a dialogar.
¿Por qué no hicieron antes esta propuesta?
Se la planteamos al presidente Uribe en los comienzos de su mandato, con el nombre de 'zona de encuentro', pero no la aceptó porque la consideraba un despeje al estilo del Caguán. Entonces las Farc lanzaron la contrapropuesta de Florida y Pradera, y ahí nos quedamos.
Las Farc han insistido en el despeje de esos dos municipios y el Presidente una y otra vez ha dicho que no quiere otro Caguán.
Nunca hemos tomado el Caguán como punto de referencia para el acuerdo. El modelo es el de 1997 cuando devolvieron a 60 militares en Cartagena del Chairá. Esa metodología funcionó. Estuve en esa negociación, tardamos seis meses en lograr esas liberaciones. En el Caguán hubo un engaño, la paz que invocaba la guerrilla equivalía a toma del poder. Se perdió la confianza en el diálogo. Es un aprendizaje para no repetir errores.
Las Farc quieren la mediación de Hugo Chávez, no la de la Iglesia...
Las Farc, muy atraídas por el presidente Chávez, no querían hablar con nosotros para no mostrarse "infieles" con él. Eso lo entendimos pero seguimos escribiéndoles con discreción y, hasta ahora, nos habíamos abstenido de hablar con los medios. Cuando se trata de la paz, dialogar no puede hacerse simplemente para estar en sintonía con los demás, debe ser un ejercicio entre quienes tradicionalmente han sido enemigos.
¿Qué opina del apoyo de Venezuela y Ecuador a las Farc?
Hay un apoyo indudable del presidente Hugo Chávez y la respuesta de las Farc ha sido muy generosa entregándole secuestrados. Pero no veo a Ecuador en la misma actitud. Ese factor deberían considerarlo las Farc para empezar a negociar porque se están quedando solas.
En su último comunicado, las Farc dicen que no dialogarán con Uribe pero que podrían apostarle al acuerdo humanitario. ¿En este sentido sería inconveniente una segunda reelección?
Una vez hablé muy duro contra la reelección porque no veía una salida para los secuestrados, esa pobre gente iba a estar otros cuatro años esperando. Ahora veo que el Presidente ha tomado actitudes mucho más flexibles. Pero lo de la reelección está en manos de los partidos, no me quiero meter en política. Creo que al país le conviene que quien esté en la Presidencia continúe muchas políticas del presidente Uribe, especialmente la de seguridad, pero también necesita un Jefe de Estado que entienda la conveniencia del diálogo.
¿La Iglesia le ha planteado al Gobierno la posibilidad de facilitar diálogos regionales ahora que el Secretariado tiene dificultades de comunicación con los frentes y algunos de ellos parecen actuar en forma independiente?
Los diálogos regionales son tema viejo, pero el Gobierno les dijo 'no' porque cree que un diálogo de paz es para decisiones nacionales y que eso es potestad del presidente Álvaro Uribe. Pero Colombia es un país de regiones y la paz no se puede hacer unívocamente sino desde una perspectiva regional. Por eso nosotros como Iglesia hemos empezado a conformar las comisiones regionales de conciliación.
La Iglesia ha tenido un papel en los acercamientos del Gobierno con el Eln, pero las conversaciones no avanzan, ¿por qué?
La guerrilla del Eln ha estado dialogando pero no llegará a nada mientras las Farc no den un paso en esa dirección. El Eln está muy sujeto a las condiciones de las Farc, están haciendo tiempo esperando a las Farc.
¿Cuál es hoy la mayor preocupación de la Iglesia frente a la parapolítica, la farcpolítica y todo lo que está saliendo a la luz?
Que siguen el desangre y la crisis humanitaria, y ahora hay ejércitos privados que quedaron luego de la desmovilización. El país está todavía muy mal. Nos preocupan muchos las víctimas, el país urbano no tiene idea de lo que ha sufrido el campo a manos del paramilitarismo. Nos preocupa que las extradiciones de los 14 jefes no contribuyan al esclarecimiento de la verdad y a la reparación.
¿No estuvo de acuerdo con esas extradiciones?
No me gustó que se llevaran a los jefes paramilitares cuando estaba aflorando la verdad en muchas cosas. Estaban apareciendo fosas, desaparecidos, se estaba purificando el país. Es un riesgo grande.
¿Cree que la muy controvertida ley de Justicia y Paz, y el destape de la parapolítica están contribuyendo en alguna forma a la purificación de las costumbres políticas?
Sí y eso es positivo porque Colombia se había acostumbrado a seguir las trochas fáciles de la ilegalidad. Si los políticos querían llegar rápido al poder bastaba que hicieran un acuerdo con los paramilitares, y para los que querían ser ricos de un día para otro bastaba un acuerdo con los narcotraficantes. Ese caminar por trochas ilícitas se está acabando y aunque exista la sensación de que el país se está desbaratando, es todo lo contrario: está construyendo futuro. Por eso ahora debe buscarse que la Justicia no le cierre las puertas a la paz. Estos procesos no pueden terminar en una cadena de resentimientos y odios. No me corresponde decir cómo hacer la ley pero sí hablar de reconciliación.
EL LLAMADO DE LA IGLESIA
"El Eln no llegará a nada mientras las Farc no den un paso en la dirección del diálogo".
"Colombia es un país de regiones, la paz no se puede hacer unívocamente sino desde una perspectiva regional".
"Hay apoyo indudable del presidente Chávez y la generosa respuesta de las Farc ha sido entregarle secuestrados".
