En el 25 del año pasado gritamos con júbilo VEN SEÑOR JESUS y el 31 ya le teníamos la escobar en la puerta del corazón.
En el año pasado nuestras hermosas predicas convirtieron mucha gente menos nosotros.
En el año pasado el niño Jesús nació en nuestros corazones y murió desnutrido después de unos pocos días.
En el año pasado con natilla y buñuelos en una mano le dimos al hermano un abrazo fraterno con la otra, pocos días después no solo habíamos comido la natilla y el buñuelo sino también al hermano.
En esta Navidad: No extingan el fuego del Espíritu, y no desprecien el don de profecía, Examínenlo todo y quédense con lo bueno. Eviten toda especie de mal. ITes.5.17-18. – II Lect. 3 Dom. de Adviento - .
Y como el Espíritu sopla donde quiere, decimos: En esta Navidad no extingamos ni la vida ni la alegría de vivir en nuestros hermanos. No los despreciemos ni despreciemos sus sueños. Examinemos bien a nuestros hermanos y descubriremos lo bueno que hay en ellos y sobretodo evitemos el mal que es lo que nos aleja de Dios y del hermano.
Lo contrario en esta navidad pasara lo del año pasado.