Vale la pena resaltar que la pastoral afro de Cali manejada por los Consolatos presentó el segundo signo, la Biblia. Hicieron llegar la palabra de Dios a la tarima en una ambulancia simbolizando la urgencia de la palabra en la vida de la Arquidiócesis. Detrás de la ambulancia venia los nuestros con tambores. Una aparición oportuna de la pastoral afro en un escenario clave. Por ahí esta el camino en que los negros no solo sabemos quejar y reclamar sino sabemos también hacer iglesia. No somos un sindicato, somos hermanos de todos y caminamos con todos sin complejos en la iglesia católica, santa y pecadora.
Segundo, la reflexión que hizo el Nuncio apostólico. Tomo la figura de María como ejemplo para seguir en esta hora histórica de la gran misión. Dijo que ella escuchó la Palabra y no dijo - Sí – en seguida como pensamos muchos, sino que primero preguntó: - Cómo será esto si no conozco varón -. Para decir que la respuesta de Maria fue una respuesta inteligente al llamado de Dios. Fundamental para la misión una respuesta inteligente. La misión requiere funcionarios inteligentes, lo ha dicho también B. José Allamano. El misionero debe saber a que esta comprometiéndose. Siguió el Nuncio diciendo que Jesús murió en la cruz como gesto de amor a la humanidad. En la cruz cristo mató el pecado y somos libres. Fundamental para la misión el amor. Sin el amor a la humanidad es imposible hacer la misión. El amor nos lanza a misionar. Terminó diciendo que esa decisión inteligente de Maria le dio la firme voluntad de perseguir el camino de la misión HASTA la cruz. Cuando se acepta el llamado de Dios por convicción difícilmente se puede echar para atrás. Fundamental la voluntad para la misión, sin ella no se llega hasta el final, al pie de la cruz.
Tres palabritas que nos regalo el Nuncio para emprender la misión: INTELIGENCIA, AMOR y VOLUNTAD.
Tercero, los percances que no faltan en eventos de semejante magnitud. Demora en iniciar el evento. Antes del evento hubo muchos cantos de alabanza pero como el atraso fue notorio, el pueblo pidió que le ponga salsa y así fue sonó la salsa y el pueblo de Dios a azotar la baldosa. El solazo en algunos momentos también incomodó. Los animadores llevados por la euforia del momento le quitaron un poco la solemnidad al evento pero no importó mucho. El sonido fue un desastre. Lo siento mucho pero tengo que decirlo. Me hizo recordar el día de la ordenación de Pacho en la catedral de Bogota como obispo de San Vicente el sonido en ese centro espiritual fue como de por allá en el siglo segundo después de Cristo.