Este joven coreano, ahora Misionero de la Consolata, ha sido admitido al Orden de los Diáconos en la Iglesia Católica, el 18 de octubre de 2009, en el marco de la jornada mundial misionera. La celebración litúrgica, con la presencia de su familia de sangre, sus compañeros de la familia consolata y la comunidad cristiana de la Parroquia de la Consolata en Bogotá , presidida por Monseñor Francisco Nieto Súa, Obispo Auxiliar en la Arquidiócesis de Bogotá, ha sido un verdadero acto católico, en el pleno sentido del término católico, o sea universal. Ahora el nuevo Diácono podrá dedicar su vida al servicio de la vida en el mundo de los "otros" culturalmente diferentes de él, sociológicamente pobres y con otras experiencias de fe y de Dios. Para esta nueva convivencia ha sido ya entrenado en su propio mundo cultura y durante el proceso formativo con los Misioneros de la Consolata
Hoy, 2 de noviembre, cuando los católicos recordamos a todos los fieles difuntos, podemos recoger la experiencia del Diácono Kim con los difuntos. Dice él que uno de los elementos centrales del Confusianismo, como filosofía-cultura, es la relación familiar con los antepasados. Esta relación se vive y se expresa ritualmente en tres momentos: 1. En el día de la muerte: los familiares y amigos del difunto se reunen en la casa en donde murió (aunque esto está cambiando hoy). Preparan las comidas con todo el corazón y previa una purificación a través del baño para no contaminarlas. De madrugada visitan el lugar de la sepultura y regresan a la casa para realizar el ritual de la comida. El ritual se inicia con el saludo que consiste en dos inclinaciones profundas y dos medianas, luego se le ofrece comida a los antepasados, tal como se hace con una persona viva y después a todos los presentes. Así pasan juntos todo el día. 2. El primero de enero del calendario lunar cuando la gente se reune en familia para iniciar el año y, entonces, también se hace un ritual para los antepasados, pidiendo su bendición para el año nuevo. Este ritual es similar a los otros. 3. En otoño, según el calendario lunar, cuando se reunen todas las familias para agradecer las cosechas y agradecen también a los antepasados que los han acompañado hasta el presente. Esta fiesta se llama Chu-Seok o sea agradecimiento por el fruto del trabajo. Agradecemos a Kim por su donación para la misión en el Instituto de la Cosnolata y a su familia por visitarnos en Colombia.