Pero Viviane no se ha quedado tranquila y desde hace unos cuantos años ha puesto en marcha una fundación que, en principio, acogía solamente a niñ@s descapacitad@ pero que, debido a las solicitudes, ha tenido que alargarlo a toda clase de niñ@s abandonad@s.
Actualmente, hay cuatro bebés y 15 niñ@s que viven allí; y unos 120 que vienen durante el día para hacer ejercicios de rehabilitación.
Viviane pasa su vida entre Italia y Kinshasa y... vuelve locos a todos sus amigos en Italia para que este proyecto pueda salir adelante.
En la fundación fabrican... POLOS! que venden y con los que ganan algo de dinero pero, por el momento, todo el proyecto es totalmente dependiente de los dones que vienen de sus amigos de Italia.
ara los que queráis conocer algo más os mando la dirección de internet: http://www.fondationviviane.org/
Nosotros hemos conocido este proyecto este año y hay dos consolatos que van allá el fin de semana para hacer compañía a los niñ@s e intentar ser una presencia de consolación. De hecho, en las fotos podéis ver a Bruno y Andrés que son los dos que están yendo allí con continuidad. Me parece un salto de calidad en nuestra formación de misioneros de la Consolata porque no hay ninguna presencia de la Iglesia en este centro a pesar de estar a menos de cinco minutos andando de una parroquia.
Que el Dios de la Vida y la Consolación siga descubriéndonos los rastros de esperanza y resurrección que se nos ofrecen en este precioso país, que sólo es noticia por guerras, violaciones y materias primas pero que tiene, tantas y tantas personas que luchan por construir un mundo... otro.