“Probablemente, los pueblos originarios amazónicos, nunca estuvieron tan amenazados como ahora. La Amazonía es una tierra disputada desde varios frentes” (Papa Francisco, Primer encuentro preparatorio del Sínodo. Puerto Maldonado, 2018)
Nosotros, participantes del Primer Encuentro de los Equipos Itinerantes de la REPAM-CLAR, procedentes de los países de Ecuador, Perú, Colombia, Republica de Guyana, Venezuela, Bolivia, y Brasil, indignados y preocupados, sintiendo en la propia piel las consecuencias de las quemas indiscriminadas, traemos desde el interior de la Amazonia el grito de los pueblos y de la naturaleza agredidos e irrespetados en sus interrelaciones que amenazan su presente y futuro.
Los datos preliminares de las superficies quemadas fueron proporcionados por INPE en el caso de Brasil, reportan 57.827 km2 quemados, de los cuales 18.629 (más de 1.800.000 hectáreas) corresponderían a la Amazonía [1]. En el caso de Bolivia, solo en la Chiquitanía al menos 750.000 hectáreas [2]. En la zona de la triple frontera amazónica de Perú, Bolivia y Brasil, en el lado peruano, en Iñapari, fueron quemadas más de 1.500 hectáreas [3].
El uso del fuego, que es una práctica antigua en la agricultura, se utilizó en la disputa por tierras y recursos naturales sea para expulsar a comunidades campesinas, pueblos indígenas de sus territorios o para justificar el haber realizado trabajo e “inversiones” y legalizar la posesión. Hoy, además, -incluso declarando el 10 de agosto como “el día del fuego” en el caso de Brasil- se utiliza para dar cumplimiento a las verdaderas políticas y planes de los gobernantes de los países afectados, que respaldan y promueven los intereses de grandes propietarios de la tierra, capitales transnacionales del agronegocio y exportación de materias primas, especialmente de carne.
El fuego descontrolado que llamó la atención del mundo, presidida por la deforestación es la punta de lanza de un problema mayor: la devastación de territorios y el saqueo indiscriminado de los recursos naturales, provocados por la explotación minera, la tala indiscriminada por las empresas madereras, entre otros, en perjuicio de los territorios de los pueblos originarios y poblaciones que habitan en la Amazonia. Repudiamos el incentivo y respaldo de los gobernantes a todas estas prácticas devastadoras.
Expresamos nuestra cercanía y solidaridad con los afectados que sufren las consecuencias y exigen la reparación de daños, respeto y vigencia de sus derechos, uniéndonos a todas las otras voces, en defensa de la floresta, nuestra Casa Común.
En vísperas a la realización del Sínodo de la Amazonia, convocado por el Papa Francisco, ratificamos que son posibles otros caminos de vida para la Amazonia basados en los valores y prácticas de las comunidades tradicionales, pueblos originarios y campesinos, que son expresión del buen vivir y el buen convivir.
Manaus, 31 de agosto de 2019
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[1] Disponible en: https://laverdadnoticias.com/ecologia/Crimen-ambiental-El-Amazonas-se-incendia-por-17-dias-consecutivos-20190821-0037.html
[2] Disponible en: https://www1.abi.bo/abi_/?i=433574
[3] Disponible en: https://www.tvperu.gob.pe/noticias/tags/incendios%20forestales
Nota: P. Fernando Florez IMC participó del Encuentro.
VERSÃO PORTUGUESA (PDF)
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