La tercera jornada de la Asamblea Regional de los Misioneros de la Consolata de Colombia, Ecuador y Perú, realizada el 24 de julio, estuvo dedicada a reflexionar sobre la realidad amazónica y la opción realizada los últimos años por esta zona misionera.
Desde momentos de espiritualidad, dinámicas, conferencias, celebraciones y trabajos en grupos, el encuentro tuvo como objetivo “amazonizar” las demás zonas, opciones y servicios misioneros, creando la conciencia de la importancia de la Amazonia para la humanidad. El padre Fernando Flórez, misionero en Perú, y Danmari Mujica, laica misionera en Ecuador, realizaron un taller-conferencia detallando un panorama general de la realidad amazónica desde los grupos humanos, el bioma y aspectos socio-culturales-ambientales.
Mons. Joaquín Humberto Pinzón, misionero de la Consolata y Vicario Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, en su conferencia destacó los aportes del pontificado del papa Francisco en el camino amazónico, destacando el diálogo con los pueblos indígenas en Puerto Maldonado (enero 2018) y el proceso sinodal realizado de 2017 a la actualidad.
Los misioneros de la Consolata de la Región Colombia, siguiendo el camino continental, hicieron hace algunos años la opción por la Amazonia, como lugar prioritario para la misión, teniendo en cuenta que “en la selva amazónica, de vital importancia para el planeta, se desencadenó una profunda crisis por cusa de una prolongada intervención humana donde predomina una ‘cultura del descarte’ (LS 16) y una mentalidad extractiva.
La Amazonía es una región con una rica biodiversidad, es multiétnica, pluricultural y plurireligiosa, un espejo de toda la humanidad que, en defensa de la vida, exige cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los estados y de la Iglesia” (Documento preparatorio del Sínodo para la Amazonia). Es una opción realizada desde el año 1951 cuando asumimos el Vicariato del Caquetá y que se fortaleció en los últimos diez años, desde el proceso panamazónico y el acompañamiento a las poblaciones amazónicas en centros urbanos y comunidades ribereñas indígenas, mestizas y afros del Putumayo, Caquetá, Napo, San Miguel y Caguán.