SECONDO GIORNO
"Crederei di mancare al mio dovere e al mio speciale affetto alla SS. Vergine, se non prendessi tutte le occasioni propizie per parlare di Lei.
La Madonna è la Regina dei missionari e delle missionarie. È una grazia poterne parlare; si collabora, in qualche modo, a realizzare la sua profezia: "Tutte le generazioni mi chiameranno beata" (Lc 1, 48).
Non c'è infatti, un paese o una borgata dove non vi sia una chiesa, o un altare, o un pilone con l'immagine della Madonna. La pietà mariana è fondata sul Vangelo. Chi più di Gesù amò e onorò la Madonna? Alle nozze di Cana, dietro sua richiesta, fece il primo miracolo.
La Chiesa applica alla SS. Vergine le parole della S. Scrittura: "Chi trova me, trova la vita e ottiene favore dal Signore" (Prov 8,35).
La pietà mariana è una necessità. Se non avete la devozione alla Madonna, e non dico solo devozione, ma una tenera devozione, non vi farete santi!"
El Espíritu Santo derramó su gracia en Ella.
María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.(Lc. 1,34-35)
María pregunta, intenta entender, pero en el fondo tiene una actitud de profunda confianza en Dios y así sigue escuchando con docilidad la voz de Dios a través de su mensajero, el ángel.
La Consolación es fruto de la experiencia de Dios y María nos enseña a conversar con Dios, a compartir con Él nuestras esperanzas y nuestros dolores; nuestras fuerzas y nuestras dudas, pero confiando en Él y en su providencial respuesta.
El Beato José Allamano nos invita a escuchar las inspiraciones del Espíritu Santo. Debemos seguirlas con generosidad y constancia. Y continúa diciendo que “muchas almas en los momentos de fervor escuchan sus invitaciones, pero se cansan pronto y abandonan el bien y la propia santificación a medio camino. En ellas no puede realizar el Espíritu Santo sus maravillas, las que en cambio realiza en las almas que lo siguen con entusiasmo y generosidad... Cuando el Espíritu Santo viene a un alma, echa fuera todo lo demás para quedarse él sólo. Es difícil que quien vive bajo el influjo del Espíritu Santo no se haga santo. Cuando un alma recibe el Espíritu Santo con sus dones y con sus frutos, necesariamente se transforma”.
Propósito: Pidamos al Espíritu Santo la docilidad a sus sugerencias y que nos dejemos conducir por Él.
Oración
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Nuestra Sra. de la Consolata Ruega por nosotros
Beato José Allamano Ruega por nosotros