El padre Salvador Medina, resaltó como los hijos crecen y llega el momento en que la familia en lugar de perder un hijo gana una nueva casa y posibilidad de promover su carisma cada vez más lejos; saludó la nueva sede de la Fundación y el padre Narváez agradeció a sus hermanos la bendición que con su presencia trajeron a la nueva sede de la Fundación para la Reconciliación.