Los días 28 y 29 de Noviembre en la Ciudad de Bogotá se llevó a cabo la reunión de la familia Consolata, en donde misioneros, hermanas y laicos vivieron la experiencia de unión en comunión con el carisma del beato José Allamano, la planeación en la reestructuración y renovación de nuestro núcleo fue trascendental para llegar a acuerdos que permiten el crecimiento interno y externo del trabajo misionero.
Se contó con la presencia de más de 30 personas entre ellas el Superior Regional, P. Angelo Casadei, y la Vice-Superiora Regional, Hna. Resty Malile, y de sacerdotes misioneros, hermanas misioneras, seminaristas y representantes de los laicos de cada comunidad de Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga. Quienes participaron activamente en la construcción de un trabajo en conjunto que permitió trascender en los procesos formativos, humanos, espirituales, comunicativos y misionales.
Procesos como la misión ad gentes, la evaluación de fortalezas y debilidades en los diferentes métodos de desarrollo, la inquietud de lo que se busca, se espera, se construye, se planea; la necesidad del cambio que permita el progreso, la comunión fraterna y el amor por servir al llamado de Cristo que dieron pie a generar acciones que fortifican la experiencia de lo que se pretende.
Se tuvo momentos de compartir, de trabajar por equipos, de escuchar las ponencias, de recordar a los hermanos que ya no están con nosotros, de vivir la eucarística y lo más importante, de sentir que se está discutiendo el mismo idioma para transmitir el evangelio a los que más le necesitan; teniendo en cuenta las diversas necesidades que la sociedad presenta hoy.
Que el Señor Todopoderoso nos siga llenando de su espíritu para actuar de acuerdo a su voluntad y María Consolata nos ilumine en este caminar misionero.
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