Permeados por la santidad de vida de Sor Irene Stefani, que será beatificada el próximo 23 de mayo en Kenya, las misioneras de la Consolata, hermanas Judith y Luz Helena motivaron la oración de la mañana de este tercer día de Asamblea Regional Colombia-Ecuador, desde el programa de vida de la Hna. Irene Stefani: “¡Sólo Jesús, todo con Jesús, toda de Jesús, todo para Jesús! ¡Nada para mí!”.
Por la mañana, como parte de la iluminación, el P. Federico Carrasquilla, de la arquidiócesis de Medellín, nos compartió sobre la propuesta formativa de Jesús al discípulo misionero de hoy. Además de los textos bíblicos de iluminación (Jn 6,60-68 y 1Cor 2,1-5), fundamentó su exposición desde su experiencia de 80 años de vida y 56 de sacerdocio, siendo 47 de ellos vividos en medios populares. Nos compartió que su vida siempre estuvo iluminada por la persona de Jesús y del pobre, ya que “vivir con Jesús es también vivir con el pobre”.
Recordó que el papa, ahora santo, Juan XXIII frente a situación del mundo, invita a volver a las fuentes. “El criterio básico para enfrentar toda la realidad del mundo actual es tener a Jesús como punto de partida”, resaltó. “Jesús es el que da un sentido último a todo lo que yo vivo, bueno o malo. Jesús nos lo da en su manera de concebir a Dios, al hombre y a la sociedad que aparecen en el evangelio”.
Debemos tener presente, según el P. Carrasquilla, que “la Iglesia fue pionera de todas las obras sociales. Ahora nos están quitando todas esas obras. ¿Lástima?, ¡No! No nos va a quedar más que Jesucristo, nos queda lo esencial: Jesús”. Para eso es necesario “recuperar la persona humana de Jesús; la persona de Jesús solo la puedo vivir en lo concreto, ¡hay que demostrar! En nosotros todo tiene que partir de la persona de Jesús, pues es él quien me ofrece lo que yo necesito para ser feliz”, desde la metodología de educar a la gente, buscando cambiarnos a nosotros primero, conociéndolo desde la oración, el Evangelio y la Eucaristía, encontrándolo y celebrándolo desde esa presencia de Jesús en la vida.
Por la tarde el P. Salvador Medina, consejero general para el continente americano, hace un análisis y reflexión a la luz del proyecto de continentalidad, donde se “requiere de dos elementos: la fe y la ciencia”, que deben partir desde la oración (al estilo de Jesús, porque la vocación es un dato de fe), la vocación (el llamar y esta se da con mediaciones, entonces aparece la Institución, IMC.), las vocaciones (los vocacionados, que vienen de diversos puntos geográficos y grupos humanos) y para estar CON y para ser enviados (esto quiere decir ser discípulos misioneros).
Dentro del proyecto continental tenemos un contenido concreto y una estructura. “Es ante todo ponernos en un camino. La tarea de la Dirección General es elaborar un proyecto que se convierta en un referencial para que todos los misioneros puedan tener su participación”, dijo P. Salvador. “Este es un movimiento de búsqueda y nosotros (Dirección General) pensamos que la Región Colombia-Ecuador con la experiencia que tiene nos indica que si es posible formar en la misión donde todos somos animadores, formadores y evangelizadores”.
Al finalizar la tarde, se realizó la primera parte del encuentro por zonas para buscar “que criterios y acciones se deben tener en cuenta para llevar adelante la formación para la misión en la realidad actual de acuerdo con lo reflexionado en estos días (teniendo en cuenta la síntesis de la memoria y las iluminaciones), desde los aspectos de: la animación misionera juvenil y vocacional; las estructuras físicas al servicio de la formación de base; la universidad – especializaciones y maestrías; los formadores y el proceso formativo; la formación y las comunidades locales y sus opciones; el proceso formativo de los misioneros.
Finalizando el día, nos encontramos para celebrar la Eucaristía, presidida por el P. Daniel Wolde, formador en México, y animada por los misioneros y jóvenes en formación.