El pasado domingo 30 de agosto los misioneros de la Consolata en la ciudad española de Málaga de la Comunidad Autónoma de Andalucía, asumimos la responsabilidad pastoral de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, con la toma de posesión del P. Giovanni Torres Gutiérrez, IMC. Nuestra Señora del Rosario es la “iglesia hermana” de Cristo Rey del complejo parroquial que alberga nuestra comunidad, en el barrio de Ciudad Jardín perteneciente al distrito homónimo.
Ciudad Jardín es un barrio relativamente joven, ya que su origen como tal se fija cuando está muy avanzado el primer tercio del siglo XX. Las primeras casas empezaron a construirse en 1925, a raíz de una ley de 1911 que fue modificada en 1921 y que se llamó “Ley de Casas Baratas”. La barriada de la Sagrada Familia, donde se encuentra la Iglesia del Rosario, es históricamente posterior a la Ciudad Jardín.
Cristo Rey fue la primera iglesia construida en la zona, en 1942 y consagrada dos años más tarde. Actualmente, en nuestro Arciprestazgo, cuyo nombre es Cristo Rey, hay unas 8 Iglesias con varias congregaciones religiosas como los Oblatos de María Inmaculada, los Trinitarios y los Salesianos, etc. Nuestra Parroquia actual es el resultado de la fusión de la iglesia de Cristo Rey y la de Nuestra Señora del Rosario el 20/11/1997, siendo su nuevo título "Cristo Rey y Ntra. Sra. del Rosario”. Las dos iglesias están a unos quinientos metros aparte. Los misioneros de la Consolata acometimos nuestro trabajo pastoral - misionero en esta parroquia en 1998, pero solo con la Iglesia de Cristo Rey, no aceptando el ofrecimiento de la diócesis de ser párrocos. Nos precedieron los misioneros Oblatos de María Inmaculada en la Iglesia de Cristo Rey, pero los últimos párrocos de Nuestra Señora del Rosario han sido diocesanos. La Iglesia de San Isidoro en la barriada de Los Gámez de una población de unos mil vecinos y que está a unos 8 kilómetros en coche, también forma parte de la nueva responsabilidad de la Consolata.
En la toma de posesión del nuevo párroco P. Giovanni Torres Gutiérrez, el Arcipreste P. Ismael, OMI, quien presidió la Eucaristía, recordó en su homilía la necesidad de trabajar juntos discerniendo la voluntad de Dios en nuestras vidas y en la comunidad. Y en sus palabras al final de la celebración, P. Giovanni invitó a la comunidad a trabajar por la justicia y la paz, poniendo a Jesús al centro de nuestro ser y hacer.
La comunidad aprecia varios campos abiertos de trabajo a parte en lo pastoral sacramental, que incluyen migración (los extranjeros mayoritarios son marroquíes, nigerianos, y rumanos, en ese orden) en este distrito de más de 36.000 habitantes. La animación juvenil vocacional, y el trabajo con la gente mayor y el ecumenismo son algunas de las oportunidades que hay que aprovechar en un trabajo de equipo y corresponsabilidad, contando con la presencia de nuestros Laicos Misioneros (LMC).