A menudo, la vida de las personas está profundamente identificada con las causas que defienden. En la historia de la Iglesia de Brasil, ha habido muchos misioneros y misioneras que han dado su vida en defensa de los pueblos indígenas. Uno de ellos fue Monseñor Aldo Mongiano, obispo de Roraima de 1975 a 1996, quien murió este 15 de abril de 2020 en Pontestura, Monferrato (Italia), donde nació el 1 de noviembre de 1919 y actualmente residía con su hermana.
Con 80 años de profesión religiosa, 76 años de vida sacerdotal y 44 años de obispo, Monseñor Aldo es recordado en la diócesis de Roraima como alguien que sembró mucho, según el actual obispo de la diócesis, Monseñor Mario Antonio da Silva, quien afirma que «yo, Monseñor Mario Antonio, y todos los demás misioneros y misioneras, hermanos y hermanas, y nuestras comunidades, con nuestros cristianos laicos, hemos cosechado abundantes frutos». El obispo actual define los 21 años de episcopado de Monseñor Aldo como un tiempo «de testimonio del Evangelio, de profética vida misionera a favor de los pueblos de la Amazonía, especialmente los pueblos indígenas».