{mosimage}María acepta humilde y obediente la voluntad de Dios sobre Ella. La Consolación se encarna. Oración inicial: Madrecita del cielo: Madre de Dios y Madre mía.¡Cómo me gusta llamarte así!Como llamo a mi mamá todos los días.Con la misma sencillez, Con la misma seguridad,Con el mismo cariño.