Los que viven una colonización desesperada, que sufren un grave receso de economía son siempre los mismos: las mil quinientas famillas que habitan a lo largo y ancho del río Bajo Caguàn.
Solicitamos a los mencionados que intervengan antes sea demasiado tarde, para el bien común, para que no haya un desplazamiento masivo, para que se nos respeten los mas elementales derechos escritos en la magna carta de la constitución colombiana, para que haya el libre comercio para el sobrevivir cotidiano de estos conciudadanos de la misma patria. A una guerra no hay que añadir otra!
Les suplicamos su intervención en nombre de la paz, de la democracia, para una convivencia entre patriotas. Todos respetamos a un estado de derecho y lo defendemos.
Pedimos que se nos respeten nuestros derechos, de 40 escuelas de campo, unos hogares infantiles, unos puestos de salud, una red de comercio, indispensable para el desarrollo de una comunidad.
Remolino siempre se ha distinguido por buscar caminos nuevos de desarrollo alternativo, promovió la paz y la convivencia ciudadana, rechazando cualquier tipo de provocación hacia la violencia, hasta llegar a merecerse el reconocimiento nacional con el Premio de la Paz 2004.
Informamos a la opinión publica que el 19 de agosto se hará la inauguración de la Aldea Juvenil Emaus, un proyecto de la iglesia local, realizado con aporte internacional, con destinatarios los jóvenes bachilleres del campo que quieren seguir estudiando en medio del conflicto.
A nombre de la comunidad del río Caguàn firman los sacerdotes de Remolino del Caguàn.
P.Jacinto Franzoi