Los misioneros italianos, nacidos en el seno del Santuario de la ConSOLata se ven, acariciados, envueltos e iluminados por los rayos del SOL indio-afro-latino que irradian del seno de la madre embarazada con el Sol naciente.
¡Bella acogida, cargada de tradición y novedad! Código nuevo que tenemos que saber leer e interpretar al servicio de nuestra presencia y misión en estas tierras de cerros, estepas y montañas. “Tierra de los hijos del sol”, en donde brotan rosas aún en los páramos. Esta escuela de misión inculturada tiene mucho que enseñarnos, aún, a nosotros hijos de la Consolata en el continente y en el mundo entero.
Homenaje Agradecido
A “los primeros pasos” italianos, dados y registrados en las memorias escritas por el P. Juan Boetti, se han sumado otros españoles, portugueses, ingleses, norteamericanos, canadienses, argentinos, brasileros, venezolanos, salvadoreños, costarricenses, guatemaltecos, kenianos, ugandeses, congoleses, tanzanianos, mozambicanos y han construido este camino de SESENTA ÑOS.
gracias a los segundos y terceros por el sendero;
gracias a los cuartos, quintos y sextos por el camino.
¡Bienvenidos los del futuro!
La herencia se hace memoria,
la memoria teje la historia,
la historia integra la utopía.
Seguimos construyendo el presente del Instituto,
Continuamos animando y ejecutando la Misión
Volvemos a soñar la espiritualidad de la Consolación-Liberación.
Estamos en la segunda sesión de la Conferencia Regional:
Santos todos que por aquí pasaron: ¡Oren por nosotros!
Compañeros que vendrán a continuar los pasos: ¡Aquí los esperamos!